Estoy tranquila pero tengo ansiedad ¿Por qué?

Para muchas personas, la frase “estoy tranquila pero tengo ansiedad” describe un sentimiento confuso y contradictorio. Es común experimentar ansiedad incluso en momentos en que aparentemente nos sentimos en calma. Esta experiencia puede resultar desconcertante, ya que solemos asociar la ansiedad con situaciones de tensión o estrés evidentes. Sin embargo, ¿por qué aparece la ansiedad en momentos tranquilos?

En realidad, esta sensación de “estar tranquila pero tener ansiedad” puede surgir porque muchas veces los síntomas no se presentan de manera obvia. A menudo, cuesta identificar si estamos realmente ansiosos, ya que los síntomas pueden ser sutiles o fácilmente confundibles con el miedo, el estrés o incluso una sensación de inquietud pasajera. La ansiedad es compleja y abarca mucho más que una simple respuesta a situaciones estresantes; puede manifestarse en forma de pensamientos intrusivos, sensación de alerta o incomodidad interna sin un motivo claro.

Esta confusión entre tranquilidad y ansiedad puede deberse a que la ansiedad también está influenciada por nuestro subconsciente, que puede estar procesando preocupaciones o recuerdos no resueltos. Así, aunque estemos en un entorno aparentemente tranquilo, la mente sigue procesando y puede generar esa sensación de alerta interna que caracteriza a la ansiedad.

Un pequeño índice

¿Es la ansiedad lo que no te deja estar tranquila?

Hablar de ansiedad implica reconocer un malestar significativo para quien lo experimenta. La frase “estoy tranquila pero tengo ansiedad” describe un estado en el que, a pesar de no haber una amenaza evidente, el organismo sigue respondiendo como si existiera algún peligro. En su origen, la ansiedad cumple una función de defensa, preparando al cuerpo para enfrentar posibles riesgos. Sin embargo, el problema surge cuando esta reacción se convierte en un trastorno crónico, en el que predominan diferentes fobias y síntomas que afectan la calidad de vida.

Los síntomas de la ansiedad son variados, y entre los más comunes destacan pensamientos inquietantes, un aumento en la frecuencia cardíaca, y molestias físicas como falta de aire o mareos. Estos síntomas también pueden provocar cambios en la conducta diaria, limitando actividades que antes eran normales. En este sentido, un trastorno de ansiedad puede condicionar profundamente el bienestar de quien lo sufre, haciéndole sentir constantemente en alerta y afectando su vida cotidiana.

¿Por qué tenemos ansiedad? Posibles causas y factores desencadenantes

La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante una percepción de peligro, y su función es ayudarnos a reaccionar y protegernos. Sin embargo, existen otros factores que también pueden desencadenar esta sensación. Algunas de las causas más comunes de la ansiedad incluyen efectos secundarios de ciertos medicamentos, predisposiciones genéticas e influencias psicológicas que aumentan la sensibilidad a eventos estresantes. De hecho, en algún momento de nuestra vida, todos hemos experimentado algún grado de ansiedad.

Sin embargo, para algunos pacientes, la experiencia es más compleja. Uno de los desafíos más difíciles de manejar es la llamada “ansiedad inexplicable” o aquella que aparece sin motivo aparente. Muchas personas se encuentran en situaciones en las que piensan: “Estoy tranquila pero tengo ansiedad”, lo que resulta desconcertante y difícil de entender. Esta ansiedad que surge en momentos de aparente calma puede hacer que el paciente se sienta confundido y, en ocasiones, impotente ante una reacción que parece no tener una causa clara.

Ansiedad difícil de explicar cuando estás en calma

Si alguna vez has pensado “estoy tranquila pero tengo ansiedad”, no estás solo. Es posible sentirte agitado o inquieto sin un motivo aparente, incluso cuando tu entorno parece seguro y libre de peligros. Para algunas personas, esta sensación puede sentirse como una advertencia vaga de un posible malestar, aunque en realidad no suceda nada amenazante. En estos casos, la ansiedad se vuelve desconcertante y difícil de manejar, ya que parece surgir sin razón evidente.

Cuando esta ansiedad inexplicable se convierte en algo frecuente, es recomendable buscar apoyo terapéutico. La terapia puede ayudar a explorar las posibles causas subyacentes y comprender mejor por qué estos episodios ocurren, facilitando el manejo y, en última instancia, el alivio de estos síntomas.

Multiples causas te pueden estar afectando pero...

Existen múltiples factores que pueden desencadenar ansiedad en momentos de calma, y a veces, el origen no es evidente para el paciente. En algunos casos, el desencadenante de la ansiedad podría ser algo que el consciente no logra identificar.

Experiencias traumáticas del pasado.
El consumo de sustancias que afectan al organismo, como la cafeína o ciertos estimulantes.
Factores hormonales pueden estar en la raíz de este problema.

Cuando la ansiedad en momentos de aparente tranquilidad se vuelve frecuente, el individuo puede perder el control sobre sus emociones, entrando en un ciclo de pánico y sufrimiento que afecta su vida diaria. Desde la psicología, abordar estos episodios y trabajar en la identificación de sus causas es clave para el bienestar del paciente.

Comprender por qué “estoy tranquila pero tengo ansiedad” permite a los terapeutas ofrecer un tratamiento más adecuado. Reconocer el papel del estrés, la angustia y el dolor físico en estos episodios puede ayudar a mitigar los síntomas y facilitar un tratamiento más eficaz y personalizado para cada persona que enfrenta esta experiencia.

Tratando la ansiedad desde su raíz con terapia EMDR

Si bien la ansiedad puede tener múltiples causas, a menudo está relacionada con experiencias o traumas no resueltos del pasado que, incluso sin darnos cuenta, afectan nuestra vida presente. La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es un enfoque eficaz y basado en evidencia que puede ayudar a procesar estos recuerdos. Como clínica especializada en terapia EMDR, trabajamos para que cada persona pueda comprender y sanar las raíces de su ansiedad.

La terapia EMDR permite abordar estos traumas de forma profunda y segura, ayudando a reducir los síntomas de ansiedad que surgen sin un motivo claro. Al identificar y procesar las experiencias pasadas que puedan estar influyendo, este tratamiento puede ofrecer una liberación significativa, permitiendo recuperar la tranquilidad y el control emocional. Si sientes que, a pesar de estar tranquila, experimentas ansiedad de manera recurrente, la terapia EMDR puede ser una herramienta clave para lograr un bienestar duradero.