Emociones y sentimientos
Hoy venimos a hablar de eso, ¿quieres saber más sobre las emociones y sentimientos? ¡Sigue leyendo!👇
Un pequeño índice
1) ¿Emociones o sentimientos?
Antes de empezar a conocer algo más sobre las emociones, es importante que las distingamos de otro término que puede confundirnos:
Las emociones son procesos que se activan cuando nuestro cuerpo identifica un estímulo, que puede proceder del exterior (del medio ambiente, por ejemplo: un olor a perfume) o del interior de nuestro cuerpo (ej. un dolor). Las emociones por lo tanto se activan para que reaccionemos ante ese estímulo que nuestro cuerpo ha identificado. Suelen aparecer de forma rápida, casi automática. No suelen durar mucho tiempo. Cuando estas emociones se activan producen cambios en nuestro cuerpo a nivel fisiológico y psicológico (por ejemplo, cuando nos enfadamos podemos observar cómo nuestro cuerpo se tensa).
Una vez se experimentan estos cambios a nivel fisiológico y psicológico, aparece la interpretación que nosotros le damos. A nivel mental, valoramos aquello que estamos sintiendo. Esos serán los sentimientos. Los sentimientos son más estables en el tiempo y suelen aparecer después de la emoción.
A pesar de las diferencias, a nivel práctico es difícil diferenciarlas y separarlas.
2) Emociones primarias y secundarias
Durante muchos años, se ha creído que las emociones eran diferentes en cada persona. Y esto es en parte verdad: no es que cada persona tenga emociones diferentes, sino que cada persona las interpreta, vive y expresa de forma diferente.
Sin embargo, se ha visto que hay ciertas emociones que son universales, es decir que se han identificado en todos los seres humanos, independientemente de su cultura. Estas son las emociones primarias. Estas emociones son innatas, es decir, de alguna forma, todos somos capaces de expresarlas sin necesidad de que nos enseñen cómo. Estas emociones básicas son: tristeza, enfado, alegría, sorpresa, asco y miedo.
Las emociones secundarias son aquellas que aparecen cuando se modifican o combinan las emociones primarias. Son aprendidas Algunas de ellas son: vergüenza, amor, ansiedad, rencor, decepción…
3) ¿Emociones buenas y malas?
Tradicionalmente y de toda la vida nos han enseñado que hay emociones buenas o positivas como la alegría, el amor, sorpresa, curiosidad… y emociones negativas o malas como la tristeza, el enfado, el asco, la vergüenza…
Esta distinción ha hecho mucho daño, ya que nos ha llevado a querer apartar de nuestra vida y evitar esas emociones que consideramos negativas o malas, porque no son agradables y obviamente, no queremos sufrir. Sin embargo, debes saber que
TODAS LAS EMOCIONES SON NECESARIAS Y VÁLIDAS
Teniendo esto en cuenta, no podemos hablar de emociones positivas o negativas, sino de emociones agradables o desagradables. Hay emociones, como la tristeza, que pueden ser desagradables, lo pasamos mal cuando nos sentimos tristes, lloramos, nos sentimos bajos de ánimo, sin energía… Claro que esto no es agradable, pero no por ello debemos evitarlo. De nuevo, todas las emociones son necesarias.
¿Pero por qué, que me aportan estas emociones “desagradables” que tanto daño me hacen? Cuando una emoción aparece, es por algo, quiere transmitirnos un mensaje. La emoción es como un mensajero que llama a nuestra puerta porque tiene una carta para nosotros. Lo que ponga en la carta será diferente en función de que emoción mensajera sea la que traiga el mensaje.
Emociones y sentimientos
Algunos de los mensajes que pueden darnos las emociones son:
- Alegría: nos permite compartir y genera unión con el resto de personas.
- Miedo: te avisa de que hay un peligro y que tienes que ponerte en marcha para enfrentarlo o huir de él.
- Enfado: indica que hay alguien o algo que ha sobrepasado tus límites y te incita a hacer algo para reestablecerlos
- Tristeza: implica que ha habido algo que hemos perdido, nuestra realidad ha cambiado. Nos ayuda a generar introspección y a adaptarnos a la nueva realidad.
- Sorpresa: aparece cuando hay un evento inesperado y ayuda a que focalicemos nuestra atención en él.
- Asco: nos ayuda a rechazar o apartar de nosotros todo aquello que puede sernos perjudicial.
Como ves, las emociones no son negativas, nos hacen llegar mensajes que son necesarios para mantener nuestro bienestar. Sin embargo, debemos gestionarlas bien para que el desagrado que puedan producir algunas de ellas sea menor. El hecho de no escuchar, no prestar atención, bloquear o no “hacer caso” a esas emociones, no hará que se vayan. De alguna forma es como si “estuviéramos matando al mensajero”. Si no les dejamos que nos den ese mensaje no se “marcharán”, se harán más intensas y nos será más difícil gestionarlas.
4) ¿Qué hago entonces con las emociones?
Para poder gestionar las emociones de forma adecuada, como ya has visto, tenemos que atender a ese mensaje que nos están mandando. ¿Cómo lo hacemos? Cuando tengamos una/s emoción/es que nos cueste gestionar, podemos plantearnos 4 preguntas clave:
➡️ ¿Quién eres?: este será el primer paso para aprender a regularlas, poner nombre a la emoción. Muchas veces aquí hay un fallo ya que, como decíamos al principio, muchas veces tenemos un “revuelto emocional” que no sabemos muy bien identificar qué estamos sintiendo. Para ello, es necesario que prestemos atención a las sensaciones que tiene nuestro cuerpo. Por ejemplo, si estamos enfadados podemos observar si hay tensión, si estamos tristes la expresión puede ser el llanto, si fuera ansiedad podemos notarlo como una presión en el pecho… Hay muchísimas formas de expresar cada una de las emociones. Solo tienes que averiguar cómo las expresas tú.
➡️ ¿De dónde vienes?: esta pregunta será también muy importante. Identificar porqué estamos tristes, enfadados, felices… es importante para saber gestionar las emociones. Muchas veces puede confundirse el lugar de donde proceden esas emociones. ¿Es un pensamiento lo que ha generado esa emoción? ¿Una situación concreta? ¿Una persona? ¿Quizás otra emoción?
y por último:
➡️ ¿Qué quieres?: aquí es donde entran los mensajes que nos dan esas emociones, saber qué función, qué mensaje, tiene para nosotros nos ayudará a aceptar esa emoción. Por ejemplo, saber que esa tristeza es necesaria porque me está ayudando a superar ese cambio en mi realidad será importante para que vaya regulándose.
➡️ ¿Qué debo hacer?: esta pregunta es algo más reflexiva. Esta pregunta no va encaminada a “qué debo hacer con mi emoción”, sino a cómo me puede ayudar esta emoción a gestionar la situación en la que me encuentro. Con esta pregunta pretendemos generar alternativas para manejar esa situación en la que nos encontramos.
Estas 4 preguntas pueden ser el inicio de un camino de buena gestión emocional (aunque no el único).
5) Hasta los animales tienes emociones y sentimientos
Enserio! las emociones y sentimientos complejos son también propios de algunos animales. Mira este post que habla sobre ello.
¿Qué emociones predominan en tu día a día? ¿Sabes gestionarlas? ¿Qué estrategias utilizas para escuchar ese «mensaje»? Emociones y sentimientos.
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