S.O.S: Adolescente en casa

Ya son tres semanas de confinamiento, y durante estos días son muchas las propuestas que se han lanzado por las redes, ya sea a modo de actividades de entretenimiento, manualidades, deporte, cómo llevar mejor la cuarentena… la mayoría de ellas dirigidas hacia los más pequeños y hacia los adultos, pero ¿qué haces si tienes un hijo adolescente?.

Esta entrada la dedicamos a la convivencia con nuestros adolescentes. ¿Qué podemos hacer por ellos? 👇

pregunta adolescente padresEsta pregunta es la primera clave. Parece algo simple ¿verdad? Y sí, lo es, pero no es menos importante por ello.

Ofrecerles un espacio en el que se sientan escuchados y atendidos de forma directa les transmitirá comprensión y les recordará nuestra disponibilidad. Es habitual que, de cara a ayudar, les propongamos infinitud de alternativas ¿te apetece ver una película? ¿Quieres que hagamos ejercicio juntos? ¿Qué me dices de cocinar? Realmente es positivo comunicarles y que conozcan nuestro interés por compartir ese tiempo con ellos. No obstante, nosotros como padres, tenemos que entender la etapa en la que se encuentran. La adolescencia, a nivel emocional, es un periodo delicado, de cambios emocionales constantes e intensos. 

Por ello resulta imprescindible que entendamos y respetemos sus momentos de intimidad y sus negativas hacia algunas de nuestras propuestas. Es algo normal y necesario para los adolescentes. Respetar estos espacios de privacidad tiene que acompañarse con una constante disponibilidad y apoyo. Para entendernos: nosotros, como adultos, tenemos que tener nuestro puente siempre disponible, y ellos serán quienes decidan cuando lo cruzan y cuando no; pero sabrán que siempre estamos ahí para escucharles.

2) Flexibilidad

“Todo lo rígido es frágil”, y lo frágil se rompe. Es importante mostrarnos flexibles pero firmes (que no rígidos), adaptarnos a la nueva situación y ayudar a que ellos también lo hagan ¿Y cómo? ¡Démosles voz! Podemos favorecer su participación para establecer nuevas normas en casa durante estos días.  En un grado razonable, ellos mismos podrían ser quienes generasen sus propias obligaciones.  Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor:

➡️Nosotros como padres  ponemos la base de la regla que queremos que se cumpla: ej. todos los miembros de la casa tienen que ocuparse de dos tareas domésticas.

➡️Una vez la tengamos, les damos la opción de que sean ellos quienes elijan dichas tareas: ej. Barrer y poner la mesa, planchar y fregar…

Con esta estrategia comunicamos a nuestro hijo adolescente nuestra confianza en él, favorecemos su autonomía y su responsabilidad. Cuando somos nosotros mismos quienes creamos unas pautas nos comprometemos más en su cumplimiento.

3) Comunicación adecuada y agradable para todos

conversación adolescenteOtro modo de favorecer nuestra relación con los adolescentes es mediante una comunicación adecuada y agradable. ¿Cómo podemos hacerlo?

Para que nuestra comunicación sea adecuada, hablemos desde el yo cuando queramos pedirles algo. No es lo mismo “levántate, ya sabes que tienes que recoger la mesa” que “me gustaría que me ayudases a recoger la mesa”.

Para que nuestra conversación sea agradable, hablemos con ellos de sus intereses, de cosas que les gustan y no únicamente de deberes, asuntos académicos, etc. 

Hagamos de la comunicación un encuentro amable para todos.

adolescente familia

4) Rutinas y límites

Por último, no nos olvidamos de las famosas rutinas. ¿Por qué parecen tan importantes? 

Las rutinas nos aportan estabilidad y control sobre la situación, haciéndonos sentir más seguros y cómodos. También a nuestros adolescentes. Sin embargo,  y recordando que somos diferentes unos de otros, cabría tener en cuenta que no todos funcionamos del mismo modo, ni nos sirven las mismas cosas. Así que forzarnos a conseguir establecer una rutina del modo que sea,  y cueste lo que cueste, no siempre es la mejor opción. Respetemos el ritmo y la manera particular de organizarse que puedan tener los adolescentes, pudiendo también aconsejarles.

Todo lo anterior podrá funcionar solo si existen unos límites adecuados, que sean respetados por el adolescente y por nosotros. Los límites son necesarios y protegen.

Sabemos que todo esto no es nada fácil. Sin embargo, si has llegado hasta aquí, ahora tienes herramientas que pueden ayudarte a gestionar mejor la convivencia con el adolescente. ¡Solo queda estrenarlas y disfrutar de ellas!

¿Estás teniendo dificultades estos días con tu hijo/a adolescente? ¿Qué herramientas estás utilizando para convivir estos días con ellos? 

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