Resiliencia y personas resilientes
La situación de cuarentena y crisis sanitaria en la que nos encontramos puede y está causando graves estragos en muchos de nosotros. Numerosas personas que hasta el momento eran capaces de afrontar situaciones cotidianas, ahora se ven desbordadas; personas que tenían problemas anteriormente, estos se han podido ver agravados… En cambio, otras personas están reaccionando de forma “normal”, sin casi alteración.
¿Quieres saber por qué? ¡Sigue leyendo más abajo! 👇
Un pequeño índice
1) Resiliencia como recurso vital
Como se ha comentado más arriba, están siendo momentos duros para muchos de nosotros. Sin duda, todas las personas hemos tenido un periodo de adaptación a esta situación novedosa para todos. Muchos hemos tenido que aprender a trabajar desde casa, puede que sin horarios; otros hemos tenido que aprender a vivir lejos de personas queridas de un día para otro; otros hemos aprendido a compatibilizar la vida laboral y familiar… en incluso todas esas cosas a la vez. A nivel emocional, todos nos hemos podido sentir algo revueltos estos días. Nuestras vidas han cambiado, de eso no hay duda. Sin embargo, no todos estamos viviendo estos cambios de la misma forma.
¿Qué tienen esas personas que se han podido adaptar mejor que otros? Entre otros recursos para manejar esos altibajos que todos hemos podido tener, la respuesta es RESILIENCIA.
2) ¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad de adaptarnos de forma exitosa e incluso positiva a situaciones difíciles, traumáticas en muchas ocasiones. Las personas que tienen esta capacidad son capaces de continuar funcionando en su día a día de forma estable, manteniendo su salud física y mental, e incluso son capaces de experimentar emociones positivas y sacar un aprendizaje a pesar de esa experiencia difícil. Esto no significa que estas personas no tengan momentos en los que se encuentren peor a nivel físico o emocional, sino que, a pesar de estos “baches”, tienen recursos para superarlos con éxito.
La resiliencia no es algo innato, es decir, no tenemos porqué nacer con ella. Es un recurso que podemos desarrollar a lo largo de nuestra vida.
La mayor parte de las veces se habla de resiliencia después de haber vivido una experiencia traumática. Sin embargo, la resiliencia también puede manifestarse en nuestro día a día. Por ejemplo, cuando suspendemos un examen por primera vez podremos llorar, sentirnos frustrados, tristes, enfadados… La siguiente vez que volvamos a suspender, probablemente no lo afrontemos de la misma forma, aunque puedan aparecer emociones similares. En nuestro día a día, a través de estas situaciones difíciles que se nos pueden presentar somos capaces de ir adquiriendo recursos, herramientas, que nos permiten avanzar y superar estas experiencias que en algún momento fueron difíciles y/o dolorosas.
3) ¿Eres una persona resiliente?
A continuación, te presentamos una serie de preguntas que pueden ayudarte a conocerte un poco mejor, así como conocer tu capacidad para afrontar estas experiencias difíciles de las que hablábamos. Contesta cada una de ellas en la escala de 0 a 10.
*Lo que se presenta a continuación no es una evaluación oficial ni permite ofrecer ningún tipo de diagnóstico.*
➡️ De forma general, tiendo a tener emociones negativas muy intensas.
➡️ Cuando aparecen dificultades en mi vida, normalmente, me veo muy afectado por estas.
➡️ Cuando me encuentro muy afectado/a por esas dificultades, permanezco en ese estado durante mucho tiempo.
➡️ Cuando aparecen estas dificultades no soy capaz de experimentar emociones positivas a pesar del malestar.
Una vez hayas contestado las 4 preguntas, suma la puntuación en cada una de ellas. La puntuación máxima es de 40 puntos.
Una menor puntuación puede estar indicando que afrontas bien las dificultades. En cambio, puntuaciones altas pueden estar indicando que sería recomendable trabajar esa capacidad de resiliencia.
4) ¿Cómo puedo desarrollar mi resiliencia?
No te voy a engañar. No hay una fórmula única y exacta para trabajar la resiliencia. ¡Pero esto no tiene que ser algo que te desanime, sino todo lo contrario, muchas más posibilidades para desarrollarla!
La resiliencia se basa en diferentes factores: satisfacción con nuestra vida, apoyo social, autoestima, autoconocimiento, flexibilidad, tolerancia a la frustración e incertidumbre… Como ves, no hay una clave única para fomentarla, sino que debes trabajar cada uno de los componentes de la resiliencia para conseguir ser una persona resiliente. Estos factores podemos ir trabajándolos en pequeñas situaciones difíciles de la vida cotidiana, para que, cuando experimentemos un evento traumático o que nos afecte gravemente, tengamos herramientas para poder gestionarlo y superarlo.
A día de hoy, estando en esta situación de confinamiento, hay dos factores que considero de especial importancia trabajar:
La capacidad de pensar de forma constructiva. Debido a la situación en la que nos encontramos, es muy fácil caer en un pensamiento negativo, donde no seamos capaces de ver los problemas desde otra perspectiva. El pensamiento constructivo es aquel que nos permitirá relativizar los problemas, viéndolos como algo que podemos superar y que pasarán. Esto no significa que pensemos de forma irreal, siendo extremadamente positivos, sino que intentemos ver otras alternativas para interpretar el problema que tenemos.
Por otro lado, el apoyo social sin duda nos ayudará a desarrollar y mantener esa resiliencia. Somos seres sociales y sociables. En nuestro día a día, de forma normal, las relaciones sociales son una fuente muy importante de bienestar y que nos ayuda en muchas ocasiones a superar eventos complicados. A día de hoy, teniendo en cuenta nuestra situación, el apoyo social será fundamental. ¡Busca y cuida ese apoyo de familiares y amigos!
Fomentar la resiliencia dependerá de nuestra capacidad para fomentar cada uno de estos recursos y muchos más.
¿Te consideras una persona resiliente? ¿Cómo crees que has llegado a serlo? ¿Crees que esta cuarentena es un buen momento para desarrollar nuestra resiliencia?
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